—¿Y qué tal?
—Se había herniado el central y me tiraron para atrás. La segunda bola que agarré me fui para arriba y gambetée a todo el equipo.
—Sin exagerar, dale: ¿a siete, ocho jugadores?
—A todos, posta. Y al arquero, también. Lógico que una vez y nunca más, ¿no?
—El domingo, contra Boca, en la Bombonera...
—Me parten. Llego a pasar a dos tipos y me parten. Ahora cagaste: el fútbol te ajusticia a las patadas.
Marcos Aguirre (jugador de Lanus)
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