Napoleón, the best can

"Francisco Belón (su dueño) quería llevarlo. Jugaban con Estudiantes en La Plata. El perro constituía un orgullo. Lo había enseñado con suma paciencia. Primero, formándole un arco con escobas. Allí se encuadraba Napoleón. Su dueño le tiraba una pelotita de goma. Napoleón se estiraba evitando el gol. Después le enseñó a llevarla con el hocico. mas tarde a gambetear.La llevaba de un lado y de otro como quien cambia de pie. Luego vinieron los tiros de alto. Napoleón aprendió a cabecear. Y cuando la obra estuvo completa, debutó en primera.
"Fue un espectáculo. Cuando salía el team de Atlanta al field, Napoleón corría con la pelota hacia un arco. Allí se quedaba atajando. A veces abandonaba la valla y la empujaba con el hocico, esquivando, haciéndola rodar sobre la gramilla entre aplausos. Y al sonar el silbato, mientras el dueño se instalaba en los tablones, Napoleón seguía la jugada del otro lado del alambre, chumbando, cinchándola de afuera. Así conquistó su condición de socio honorario con un carnet del que, acaso, no se haya enterado..."El miércoles 5 de abril, a la caída de la tarde, estaba allí, en la puerta de su casa de la calle Muñecas, juntito a su dueño que hablaba de fútbol. De pronto, por la acera contraria surgió otro de su especie. Le ladró. Quizás fuera de Chacarita Juniors...Napoleón sintió vibrar su alma de hincha bohemio. Picó en busca de explicaciones...y cayó para siempre bajo las ruedas de un automóvil."Ya no jugará al fútbol. El perrito oscuro, vivaz, inteligente, encontró la muerte. Su dueño quedó como petrificado. Napoleón había sido arroyado lejos, y el chofer, en una maniobra humana, no encontró la suerte perseguida. Dos ruedas pasaron sobre el cuerpo de Napoleón, que realizó su último dribling y luego se tendió exámine sobre los adoquines."Belón lo recogió en sus brazos que temblaban. Lo miró como a un hijo. ¡Napoleón!... ¡Napoleón!... gritaba. El llamado se perdió en la quietud de ese atardecer buscando vanamente una respuesta. En los brazos de su dueño, Napoleón parecía un niño dormido."Ya no jugará mas. Atlanta saldrá a la cancha solo, sin su perrito gambeteador que tenía alma de futboler rayada de azul y amarillo."Atlanta tuvo un gesto: lo mandó a embalsamar. Ahora quedará en la secretaría, quietito como antes del accidente, igualito como era; asi de oscuro, de lustroso, de simpático, pero con los ojos de vidrio y relleno de paja."
Este fue el obituario del maestro Ricardo Lorenzo para un fanático del fútbol con cuatro pata y cola. "Borocotó", se ocupó en el número 979 de El Gráfico, del 15 de abril de 1938, de Napoleón, el perro hincha de Atlanta.
(Fuente Sentimiento Bohemio)


Posted by NC